Manejar el trauma después del embarazo y pérdida del bebé
La pérdida de un embarazo o de un niño es devastador y traumático.
El camino del duelo después de una pérdida de embarazo o de un niño es individual. Su fisiología y sus respuestas fisiológicas son reales y válidas. Son el resultado normal de un profundo dolor y aflicción, y estos síntomas pueden aumentar o reducirse con el paso del tiempo. No existe un camino correcto para avanzar en este viaje.
RESPUESTAS NORMALES AL TRAUMA DESPUÉS DE UNA PÉRDIDA
Estado de ánimo depresivo, irritabilidad, o enfado
Sentimientos de inseguridad, culpa, y baja autoestima
Ansiedad
Flashbacks de la pérdida
Incapacidad para recordar momentos sobre la experiencia de la pérdida
Incapacidad para concentrarse, pensamientos recurrentes, confusión mental, o sentirse desconectado de la realidad
Sentirse aletargado, incapaz de moverse, con movimientos lentos, o sentirse agitado o nervioso
Si duerme muy poco (insomnio) o duerme demasiado
Significante pérdida o aumento de peso
Si evita gente o lugares que le recuerdan su pérdida
Corazón acelerado, respiración rápida, náuseas o diarrea
QUÉ PUEDE HACER CUANDO HA SUFRIDO UNA PÉRDIDA
Empezar a trabajar con un profesional de salud mental. El apoyo le garantizará una experiencia lo más llevadera posible.
Acuda a un grupo de soporte. Compartir con otras personas en las mismas circunstancias es esencial.
Tenga un familiar/amigo que le controle a diario.
Limite las redes sociales. Puede resultar difícil ver a otros mostrar su “perfección” cuando la vida es incierta.
Haga ejercicio. Aunque le resulte complicado moverse, un paseo con alguien querido o hacer estiramientos en casa puede ayudar a rebajar tensión.
Duerma. Encuentre la manera de proteger su sueño.
Nutrición. Asegúrese de comer adecuadamente; a veces una buena comida puede ayudar a romper la confusión mental.